domingo, 11 de agosto de 2019

Dentro de ti, dentro de mí...

11 de agosto. Ha pasado bastante tiempo antes de que finalmente decidiera retomar este espacio. Me pasó en varias oportunidades que entre conversaciones y otras experiencias, surgían los 'posibles temas' a desarrollar aquí. Pero tal como se ve, ninguno llegó a término, ni si quiera al inicio. Y recuerdo que hace algún tiempo atrás, escribí sobre el cierre de ciclos, sobre la necesidad que tiene la mayoría de la gente en justificar, por ejemplo, el 'fin de año' como él momento y la oportunidad para dejar atrás y comenzar de nuevo. Al final, lo queramos o no, todos y todas terminamos cayendo en esa necesidad de justificar un 'happy new year' como la instancia perfecta para cerrar y empezar de nuevo.

Pero no fue sino en la última 'Noche Buena' que recuerdo que una hermosa carta llegada a mis manos y escrita para mí, me hizo abrir los ojos, asombrarme y emocionándome tanto así, que todo volvía a tener sentido, que sin querer queriendo, se transformó en una bofetada crucial que removió en mí lo que aún no quería ceder, lo que a veces cuesta tanto tomar e hincarle los dedos de tal manera que seamos capaces de transformarlo y moldearlo como tú así lo quieras, y no dejar que por sí sola tome forma para que te inhabilites, te contraigas y te pierdas. Hoy volví a reencontrarme con esa hermosa carta e increíblemente me llegó al corazón tal cual como lo hizo esa primera vez que la leí.

Semanas antes de la Navidad pasada, jugamos al clásico 'amigo secreto' en familia. Una manera austera de regalar, con más sentido, a quienes comparten contigo ese día. Mi 'amigo secreto' fue mi hermano y desde el día uno, sabía por dónde podía ir la búsqueda de tal preciado obsequio. Él es músico de profesión y de corazón, de los mejores que conozco en mi vida. Claramente mi foco iba por ese lado, porque sé todo lo que vibra con la música... llegué a una librería/disquería y me recorrí sus vitrinas de una lado a otro, hasta que encontré lo que inconscientemente andaba buscado. De inmediato recordé su investigación acerca de la música en el Cine Chileno y todo lo que trabajó para lograr cumplir sus objetivos con respecto a dicha entrega. Encontré justo un libro maravilloso que con destellos invisibles me hizo viajar a esa época y recordar todo el empeño que mi hermano colocó en dicha investigación, porque justo la temática era la misma... lo compré feliz! Sabía que sería un tremendo regalo que ayudaría a concluir aquellas problemáticas que por la escasees de información, no se pudieron abarcar. Y dije: "un ciclo que podrá cerrar como corresponde...".

Y llegó el gran día. Comenzamos con la dinámica y luego de varias entregas entre los amigos y amigas secretas, el ciclo se había cerrado, y mi hermano y yo quedamos afuera. Nos miramos y supimos inmediatamente que él era mi amigo y yo era su amiga... las carcajadas emocionadas se dejaron escuchar y partí yo contando brévemente la decisión de elegir mi regalo. Mi hermano abrió el regalo y vi en sus ojos la alegría de encontrarse con algo similar a lo que él estuvo construyendo. Me agradeció un montón y me dijo que ese libro se estaba armando justo en el mismo momento en que él también estaba investigando... y ahí estaba el resultado, en sus manos. Y llegó mi turno de recibir... mi hermano dice algunas palabras, abro mi regalo y me encuentro con un disco y una carta que opté por leer en la tranquilidad de mi soledad. Abrazos y palabras hermosas inundaron el momento... todos felices, una Noche Buena nuevamente en familia.

Llegó el siguiente día y tomé la carta que formaba parte de mi regalo recibido y comencé a leerla... partiendo por el echo de haber recibido una carta a mano ya generaba una conexión diferente, hoy en día nos hemos olvidado de esos detalles tan hermosos. Qué puedo decir, me quebró de principio a fin, tal cual como ahora después de haberla leído por segunda vez. Y porqué menciono esto en estos momentos... lo hago porque en ocasiones perdemos el rumbo, nos olvidamos de lo importante que somos para otros/as y lo profundo que podemos llegar a tocar sus corazones. Jamás imaginé que yo, la hermana mayor de un sabio (siempre lo has sido para mi querido), hubiese sido un pilar fundamental en su historia, como referente de empuje y valentía para tomar las decisiones a lo largo de su vida. ¿Han pensando en que cada acción, palabra, mirada, contacto, está causando algo en los demás? Hasta lo más mínimo repercute en quienes nos rodean, lo creas o no, lo palpes o no, lo imagines o no... siempre estamos generando 'algo' en otros.

Y ahí parte mi reflexión, sobre todo porque para quienes tenemos una autoestima que, en ocasiones, suele quebrarse un poco, nunca está demás retomar la fe en uno mismo/a... qué maravilloso es creer en quienes somos, en lo que sentimos, en nuestras decisiones, en nuestros anhelos, en nuestras convicciones, en donde los miedos funcionen como motor para movilizarte más que para paralizarte y en donde optes por ocuparte más que por preocuparte. A veces crees que lo estás haciendo todo mal, que estás perdiendo el norte y finalmente te topas con experiencias, como la carta de mi hermano, que te hacen reconectarte contigo misma para que no olvides lo maravillosa que eres, lo importante que eres para otros y, por sobre todo, lo valiosa que siempre has sido.

Las dudas son parte de la vida y sin ellas a lo mejor no tendríamos esa fuerza interior para volver a retomar la confianza y la seguridad en uno mismo/a... este año particularmente, lo que llevamos de este año, ha traído consigo movilizaciones emocionales que jamás pensé experimentar. Algunos ciclos han llegado a su fin y otros han comenzado, como todo lo cíclico que conlleva vivir. Hace un año atrás jamás imaginé que estaría donde y cómo estoy hoy, la vida cambia a cada milésima de segundo y a veces, no nos damos cuenta de eso. El trajín del día a día, como se dice en la jerga popular, hace que en ocasiones funcionemos en piloto automático y que olvidemos, en primer lugar, de escucharnos y de sentirnos, de prestar atención a la intuición, como también de parar un segundo y reflexionar a acerca de tu vida, de lo feliz que eres, de lo que llena tu alma, de los amigos/as que son verdaderamente tus amigos/as, de tu familia, de tu trabajo, de tus tiempos personales y compartidos, de una rica comida, de una ducha calientita, de una caminata al cerro, de una buena película, de una mirada sincera, de una sonrisa honesta...

Han sido meses intensos, tan intensos que a veces no sabes bien cómo manejar todo lo que está pasando. En un principio el torbellino era tan abismante que necesitaba tomar espacios para respirar y tranquilizar mi corazón que no daba más de angustia, acurrucándolo en mis manos porque en un principio me costó manejar todos los cambios en un periodo de tiempo tan pero tan corto. Ciclos, ciclos que fueron mutando y evidenciando desgastes y desconexiones evidentes, sobre todo conmigo misma. Soltar, como lo escribí antes en otra entrada de mi blog, se transformó en mi norte para retomarme, creerme, sentirme y lanzarme, sabiendo que "de la orilla es difícil saltar". A veces creemos que si persistimos en mantener ciertas situaciones o personas cerca de uno/a, mágicamente todo se solucionará o todo mejorará, pero no es así... por mucho que hayas intentado manejar las cosas de la mejor forma posible, hay que ser valientes para abrazar el dolor y ser capaces de soltar lo que ya fue, lo que ya cumplió su ciclo. No guardo rencores, por ningún motivo, porque esas son las emociones que no te permiten avanzar... más bien agradezco cada momento con cada una de las personas que estuvieron y hoy no están, porque gracias a todo lo que he experimentado, hoy soy la persona que soy, con todo lo que eso conlleve para mi y para los demás, pero por sobre todo para mi misma. Ya no busco encajar, ser aceptada, cumplir las expectativas de otros... hoy quiero encajar mis propias piezas internas, quiero aprender a aceptarme tal cual soy, y por sobre todo que mi brújula siempre sea estar tranquila y ser feliz.

Y el tiempo ha pasado y desde aquel minuto en que decidí 'saltar' y soltar, créanme que han pasado más cosas de las que pude imaginar. Y aquí estoy, entera, "me atreví a nadar", a pesar de lo helada que pudiese estar el agua. ¿Y saben que es lo más hermoso de todo? que finalmente pude darme cuenta que las respuestas a todo lo que me planteo hoy, están nada más y nada menos que dentro de mi... a veces invertimos el tiempo buscando esa señal afuera, en lugares y/o personas que sinceramente, no saben de ti e incluso, en el caso de que te conocieran, no son ellas las que tienen la llave para destrabar tus propias cerraduras. Escucharme ha sido lo más mágico que he descubierto, sobre todo al darme cuenta que siempre pero siempre, debí haber escuchado mi intuición.

Hoy agradezco, agradezco por cada pequeña o gran experiencia del día a día, agradezco a quienes siguen formando parte de mi vida, a pesar de todos los cambios internos y externos que estoy viviendo. Agradezco también a quienes llegaron a mi vida, mágicamente y en el momento preciso, y que nadan conmigo en estas aguas que son mi vida, aceptando mi historia, mis cicatrices y mis marcas. Agradezco a mi familia por estar y amarme, sin críticas ni juicios... y por sobre todo agradezco la capacidad hermosa de aprender a autoconocerme (tarea diaria y que durará hasta el último día de mi vida) y así poder conectarme con mi intuición.

La vida es tan corta... basta de creer que quedan muchos años por vivir porque no nos daremos ni cuenta cuando llegue el momento de terminar nuestro propio ciclo y miremos hacia atrás y nos arrepintamos de no haber 'saltado'. Salta por ti y por nadie más, y si ese salto motiva también a otros a saltar (así como jamás pensé que influí en mi hermano, por ejemplo), te darás cuenta de lo enorme, mágico/a y maravilloso/a que eres. Recuerda, todo está dentro de ti.

1 comentario:

  1. Hija, ciertamente como personas, vivenciamos de forma diferente, y eso nos hace ser únicos. Tratamos de pasar nuestros procesos como fuimos enseñados y de acuerdo, a nuestras convicciones, tratamos de hacer lo mejor. En algún punto de nuestra historia, podremos encontrarnos con alguna similitud y podremos comentarlo. Ahora tal vez, no concordemos en muchos aspectos, pero eso responde a lo muy particular que vivimos cada una, nuestras propias experiencias, y nuestra propia forma de enfrentar el camino que se nos va abriendo.
    Querida France, admiro enormemente tu valentía para enfrentar estos procesos, que pueden ser dolorosos, como tu bien dices, y que prueba una vez mas, tu forma tan especial de contenerlos. Se siempre tu misma, esa persona valiente, independiente, maravillosa, y creo fehacientemente, que tus hermanos estarán cerca tuyo, para ayudarte cuando así se requiera.
    Estoy inmensamente orgullosa de ti, por ser como eres y por lo magistral que expresas tu sentir, tus emociones que plasmas tan magníficamente en palabras.
    La vida no siempre tiene sonrisas, pero a medida que logramos rescatar lo bueno en cada situación, se nos ofrecerán muchas sonrisas que nos alegraran nuestra existencia, y nos permitirán ser felices. France, eres espléndida como persona., y cuenta siempre conmigo porque aquí estaré, para ti.
    Te amo infinito.

    ResponderEliminar